Cuando ya tenemos los planos y tenemos claro cómo tiene que quedar cada panel, toca cortarlos y taladrarlos. Esta es la parte fácil (si sabes manejar una sierra y un taladro, claro).
Yo lo que he hecho ha sido cortar los tres paneles a la medida que necesito. Los tres tienen la misma medida, claro. Luego imprimir en papel los planos que había hecho con Illustrator, luego pasarlo a los paneles (con un calco) y empezar a hacer todos los agujeros con el taladro.
Como se aprecia en la imagen, el plano que va en la madera lo he imprimido en espejo, porque lo tenía que calcar en la parte de atrás de la madera (la parte de delante es negra y no se vería).
Y, al final, el resto de planos también los imprimí en espejo, aunque para los de metacrilato no era necesario. Yo lo he hecho así porque algunos agujeros los he imprimido de un golpe en los tres paneles, poniéndolos juntos, tal y como van a quedar montados al final, y taladrando los tres al mismo tiempo. Es una forma de asegurarse de que ese agujero está exáctamente en el mismo sitio en los tres paneles.
Son muchos agujeros y se tardan en hacer, así que hay que armarse de paciencia y, sobre todo, ir con cuidado para no equivocarse, porque si se hace un agujero mal, hay que tirar todo el panel.
Una vez hechos los agujeros, hay que lijar un poco los bordes. En el caso del metacrilato, pueden quedar rebabas de plástico, así que hay que repasarlos con un cutter. En el caso de la madera, puede que queden los bordes un poco salidos hacia afuera (del empuje de la broca), así que hay que darle con una lija para que quede todo bien plano.
Cuando ya están hechos, se pueden montar los interruptores y botones para ver si quedan bien, pero luego hay que desmontarlos, que primero hay que hacer toda la parte de la retroiluminación.